martes, 15 de mayo de 2012

Lavarse la cara cada día

Es el primer paso para lucir una piel perfecta. Aprende a hacerlo correctamente.








La limpieza de cara es el gesto de belleza más importante para que la piel resplandezca y cualquier tratamiento funcione correctamente. Además, recuerda que el maquillaje debe aplicarse siempre sobre una piel impoluta, sin rastros de suciedad, sebum, polución... Normalmente elegimos el producto de limpieza viendo que la textura nos guste: crema, gel, jabón, etc. También nos mueve que su olor sea agradable, incluso que el envase sea cómodo... pero es importante saber que la limpieza facial diaria debe adecuarse, por encima de cualquier otra cosa, al tipo de piel. Sigue las instrucciones.

Limpieza para piel grasa

Es fundamental limpiar bien la piel grasa para evitar para evitar la proliferación bacteriana y el exceso de sebo que obstruye los poros. A la hora de limpiar la piel grasa, debes ser meticulosa y hacerlo al levantarte y al acostarte, lleves o no maquillaje.
¡Atención! Los productos para limpiar una piel grasa deben ser muy suaves para evitar el efecto rebote. Elige una espuma que limpie profundamente, purifique y tonifique. El tónico, si lo usas, que sea sin alcohol, ayude a cerrar los poros y tenga acción antimicrobiana. Dos veces a la semana es conveniente el uso de una mascarilla purificante y desincrustante.

Limpieza para piel mixta

Ya sabes que hay dos tipos de piel mixta: la que es más grasa que seca y la que es más seca que grasa. Pero en ambos casos lo ideal sería utilizar productos específicos para cada zona; astringentes para la zona T e hidratantes para el resto, pero resulta complicado y engorroso. Lo más práctico es utilizar tratamientos para pieles mixtas y reforzar con productos matificantes y desincrustantes en las zonas conflictivas. En caso de pieles con zonas más secas de lo normal, ayuda mucho terminar la limpieza con un tónico hidratante.

Limpieza para piel seca

Ten claro que si tu piel es seca, debes cuidar la capa externa, manteniendo su tasa de hidratación entre un 10 ó un 15%. Si no, se secará y descamará, dejando evaporar las reservas de agua de la dermis.
Para limpiar tu piel, debes usar aceites y cremas, así como tónicos sin alcohol. Nunca uses jabones, geles ni ningún producto que se retire con agua. Cada semana, aplica una mascarilla hidratante y exfolia tu piel con un producto cremoso -una vez a la semana- para eliminar células muertas.

Limpieza para piel sensible

Las pieles sensibles tienen una especial intolerancia a los cosméticos en general, por eso hay que usar productos especiales: sin fragancias, hipoalergénicos y no comedogénicos. La piel sensible puede alterarse por una limpieza demasiado agresiva o por el uso de productos inadecuados (jabones alcalinos, productos con alcohol). Es esencial utilizar productos que respeten su naturaleza, por ejemplo, fórmulas con agentes limpiadores suaves que preserven la película hidrolipídica de la piel. Por otro lado, el aclarado con agua del grifo, a menudo demasiado calcárea, se desaconseja ya que desequilibra el pH cutáneo alterando la función barrera de la piel. En este caso, lo ideal es usar emulsiones suaves que no necesiten aclarado.
Acné

Definición
El acné es la inflamación de las glándulas pilosebáceas de la piel que cursa con la obstrucción de sus poros y la aparición de diferentes lesiones en la piel.
Causas, incidencia y factores de riesgo
El acné es muy frecuente en los adolescentes, pero puede aparecer en ambos sexos y en todas las edades. Parece ser que hay una tendencia familiar a desarrollar acné. Normalmente comienza en la pubertad y puede continuar a lo largo de muchos años. Tres de cada cuatro adolescentes tienen acné de algún alcance, probablemente ocasionado por cambios hormonales que estimulan las glándulas sebáceas produciendo grasa. Otros cambios hormonales, como los que ocurren durante el período menstrual o el embarazo, y los producidos por el uso de píldoras de control de la natalidad o el stress, también agravan el acné.
Existen dos formas clínicas: una leve, llamada acné polimorfo juvenil o acné superficial y otra más grave, denominada acné quístico y conglobata o acné profundo.
El acné se produce cuando las glándulas sebáceas, que producen grasa y desembocan en el mismo folículo del pelo, generan más secreción de la que la piel es capaz de eliminar por descamación, de tal forma que se producen tapones de grasa en los folículos (comedones). Cuando la superficie del tapón se oscurece se llaman espinillas. Al romperse el tapón pueden entrar células muertas de la piel que con la grasa acumulada y las bacterias de la zona forman nódulos infectados llamados pústulas.
Si estas áreas infectadas de la piel son profundas, pueden expandirse para formar quistes. Un quiste sebáceo se forma cuando la glándula sebácea continúa produciendo grasa. En vez de romper la pared del folículo, éste continúa agrandándose y formando un bulto duro (conocido como quiste) debajo de la piel. El quiste normalmente no es doloroso a menos que llegue a estar infectado. El acné aparece normalmente sobre la cara y hombros pero puede extenderse al tronco, brazos y piernas.
La suciedad no es la causa del acné, pero la suciedad y la grasa sobre la cara pueden agravar el problema. Otros factores que aumentan la posibilidad de aparición del acné son los cambios hormonales, la exposición a climas extremos, tensión, piel grasa, alteraciones endocrinas, ciertos tumores, y el uso de ciertos medicamentos (tales como la cortisona, testosterona, estrógenos, y otros). El acné no es contagioso. La tendencia a tener acné puede persistir hasta los 30 ó 40 años.
Prevención
La tendencia a tener acné es heredada. Aunque no puede prevenirse, la higiene adecuada puede ayudar a disminuir los efectos.
Síntomas
  • Lesión o sarpullido en la piel de la cara, pecho, cuello, espalda, u otra área.
  • Comedones (o espinillas).
  • Pústulas.
  • Quistes.
  • Pápulas.
  • Nódulos.
  • Enrojecimiento (eritema) de la piel, alrededor de las lesiones.
  • Inflamación alrededor de las erupciones.
  • Incrustación de las erupciones de la piel.
  • Cicatrices en la piel.
Pruebas y test
El diagnóstico del acné se basa en la apariencia de la piel. Normalmente no se requiere ningún test.
Aplique el tratamiento doméstico y llame a su médico si aparecen señales de complicaciones o si el acné está empeorando progresivamente.
Pida una cita con su médico si se desarrollan nuevos síntomas, incluyendo quistes dolorosos o grandes.




ROSÁCEA


Denominación
  • Acné rosacea.
Definición
La rosácea es una inflamación acneiforme con telangectasias en cara, más frecuente en mujeres adultas, con especial aumento a la exposición calórica y solar. Suele estar limitada a la cara, con afectación principal de la piel de las mejillas, nariz y frente. Se caracteriza por eritema persistente, telangiectasias, pápulas, pústulas e hipertrofia de glándulas sebáceas en grado variable. La forma más avanzada es el "rinofima", caracterizado por una hipertrofia de la piel de la nariz.
La rosácea es más frecuente en las mujeres pero suele ser más intensa en los hombres afectados. Aparece en personas adultas de más de 30 años y puede estar asociada con otros problemas cutáneos (acné, seborrea), o con enfermedades oculares (blefaritis y conjuntivitis).
Síntomas
En la rosacea aparecen erupciones en la cara en áreas de color rojo, con un aumento del tamaño de los vasos sanguíneos cutáneos (telangiectasias). La nariz aumenta su volumen y está enrojecida. Además aparecen otras lesiones en la piel de la cara como máculas, nódulos, pústulas pueden exudar y formar costras. Siempre aparece una sensación de acaloramiento y escozor ante diversos estímulos físicos.
Causas
La etiología de la enfermedad permanece desconocida aunque se han barajado múltiples hipótesis:
  • Infección bacteriana. micrococos y estafilococos aureus.
  • Exposición climática.
  • Alteración psicosomática.
  • Enfermedad gastrointestinal. Trastornos gastrointestinales como secreción gástrica alcalina, acloridria y atrofia de la mucosa yeyunal; sin embargo, ninguna de ellas ha sido confirmada. Tampoco se ha demostrado la asociación al consumo de alcohol exceso de carbohidratos, bebidas con cafeína y comidas picantes.
  • Alteración vasomotora. El intenso eritema y las telangiectasias faciales han orientado a muchos autores hacia la búsqueda de una alteración vasomotora, pero parece que de existir ésta, sería más funcional que estructural.
  • Anomalías de las glándulas sebáceas. Se ha postulado una relación causal con la hipertrofia de las glándulas sebáceas y la afectación de las glándulas de Meibomio. No se han encontrado diferencias en la composición lipídica de la piel de los pacientes con rosácea, ni el tratamiento con tetraciclina afecta la composición de las glándulas de Meibomio.
  • Demodex Folliculorum. Se ha descrito una mayor frecuencia de infestación por demodex de los folículos de la piel y las pestañas en los pacientes con rosácea frente a los controles, y así se han asociado a lesiones palpebrales pero no a lesiones del globo ocular. En cualquier caso, el consenso general por estudios más recientes es que el demodex no juega un papel etiológico único en la rosácea.
Larosáceatiene una tendencia a heredarse.

La exposición al sol, el calor y el alcohol la empeoran.
Tratamiento
Se trata con cosmética para pieles sensibles y con antibióticos de amplio espectro entre ellos está el metronidazol, y la claritromicina sobre todo en los brotes agudos.
No es grave, pero acompaña la vida con periodos de más y menos intensidad.

EL SOL...

REACCIONES DE LA PIEL ANTE EL SOL


Fotosensibilidad
Las reacciones de fotosensibilidad son aquellos cuadros clínicos importantes y anormales producidos, desencadenados o agravados por la exposición a la luz, generalmente solar. A diferencia de la fototoxia, la piel reacciona de forma exagerada y no reproduce solo un aumento de la tonalidad, sino que aparecen lesiones de eccema, formación de ampollas, etc.
Fototoxia
Es el aumento de absorción de la luz solar por la toma o contacto de medicamentos o productos químicos, o en ocasiones por alteraciones del metabolismo de las personas o en ciertas enfermedades. Las lesiones que se producen son las mismas que produce la exposición solar solo que más intensas y que aparecen con menor tiempo de exposición.
Fototoxia inducida por fármacos.
La fototoxia inducida por los fármacos es una reacción adversa cutánea a causa de la exposición sistémica o tópica de un fármaco y a la luz. Las sustancias químicas responsables pueden ser, además de fármacos, cosméticos o productos industriales. La reacción puede aparecer en cualquier individuo, es obligada y dosis-dependiente, y esencialmente se trata de una quemadura solar exagerada . Es más frecuente que las reacciones fotoalérgicas y puede presentarse igualmente a cualquier edad y en cualquier tipo de piel. No se observa reacción eccematosa en reacciones fototóxicas.
Los fármacos más implicados son:
ácido nalidíxico, amiodarona, captopril, clorotiacidas, etretinato, fenotiacinas (clorpromacina, prometacina, tioridacina, etc.), furosemida, griseofulvina, naproxeno,piracinamida, piroxicam, psoralenos o furocumarinas, sulfonamidas, tetraciclinas (sobre todo doxiciclina y dimetilclortetraciclina), y derivados del alquitrán.

Al eliminar el fármaco responsable, las lesiones ceden.
Fotosensibilidad inducida por fármacos.
El fármaco presente en la piel absorbe luz (especialmente rayos UVA) y forma un fotoproducto que se une a las proteínas para formar un antígeno completo, el cual produce la reacción alérgica. Las lesiones son de eccema, con picor vesículas y exudación deaparición en zonas expuestas a la luz solar, aunque si persiste la exposición se extieden a todo el cuerpo. La fotoalergia puede persistir durante meses o años a pesar de no existir contacto con la sustancia responsable.
  • Causantes de administración general:
    • fenotiacinas
    • sulfonamidas
    • grupo PARA
  • De administración tópica:
    • salicilanilidas halogenadas (desodorantes y jabones)
    • PABA y derivados (filtros solares)
    • cinamatos y benzofenonas (filtros solares)
    • benzocaína
    • neomicina
    • perfume de almizcle
    • tioureas presentes en el neopreno
Para el diagnóstico se usan pruebas epicutáneas y fotopatch test, que es la reproducción de la aplicación, a pequeñas dosis del producto sospechoso, en la piel durante 24 horas y exposición a una lampara de UVA a espectros diferentes para reproducir la lesión de eccema.
Es una dermatitis causada por contacto con plantas y exposición a la luz solar. Se produce una reacción fototóxica o fotoalérgica, originada por sustancias fotosensibilizantes (furocumarinas), presentes en diversas plantas.
Plantas productoras de fitofotodermatitis

Rutáceas: Lima, naranja, naranja amarga, limón, bergamota, ruda común.
Umbelíferas: Perejil, perifollo, apio, chirivía, hinojo, eneldo, zanahorias,
Compuestas: Milenrama, aquílea y manzanilla
Crucíferas: Mostaza
Moráceas: Higueras (sólo hoja y tallo)
Ranunculáceas: Ranúnculo
Rosáceas: Agrimonia
Leguminosas: Arvejas
Hiperáceas: Hierba de San Juan
Puede aparecer a cualquier edad y raza. Las profesiones más afectadas son jardinería, horticultura, floricultura, agricultura, etc. Es más frecuente en verano. En la fase aguda aparece eritema, vesículas y ampollas con prurito, pero sin una dermatitis eccematosa.
Puede existir una pigmentación residual con formas artificiales (líneas, etc., dependiendo de algún trabajo realizado en el exterior). Las lesiones se distribuyen en áreas de contacto, sobre todo en los brazos y las piernas. La erupción aguda cede espontáneamente, pero la hiperpigmentación puede persistir semanas.

martes, 17 de abril de 2012

Tipos de pieles.

                            



Lo más normal que solemos hacer cuando vemos que tenemos algún problema facial es ir a una tienda especializada y comprar algún producto para atajar este problema.
Esto da resultado, ya que nos suelen asesorar expertos de la materia y acabamos comprando algo que realmente nos va de fabula. Aunque, por desgracia, muchas veces acabamos optando por comprar estos productos en droguerías o tiendas no tan especializadas, con las que muchas veces, en vez de atajar el problema, lo acabamos empeorando, echándole la culpa a la crema. La crema no tiene la culpa, la culpa la tiene el desconocimiento personal sobre que clase de piel tenemos.
A continuación explico con detalle los tipos de piel y sus características principales, así como posibles soluciones que en la mayoría de los casos, deberían irte genial.

Piel normal
Tienes una piel normal si:
* La textura de tu piel es regular
* No tienes problemas de granitos, rojeces o imperfecciones
* Aparentemente suave, limpia y sana
Trucos para que tu piel luzca mejor:
* Sigue una rutina suave de cuidado facial aplicando un buen limpiador facial
todos los días y un exfoliante un par de veces a la semana.
* Usa una crema hidratante una vez al día que no sobrecargue mucho la piel.


Piel grasa
Tienes una piel grasa si:
* Tu piel es grasa y brillante, especialmente en la zona T (frente, nariz y barbilla)
* Es propensa a poros abiertos, puntos negros, rojeces y granitos.
* De textura irregular y aparentemente sucia.
Trucos para equilibrar el nivel de grasa de tu piel:
* Mantenla lo más limpia posible usando un buen limpiador facial dos veces al día y un exfoliante dos o tres veces a la semana. Es importante que la crema hidratante que uses no tenga aceites y que elimine los brillos (mate). * Usa una mascarilla de arcilla un par de veces a la semana, notarás la diferencia. La arcilla seca y absorbe el exceso de grasa desde los poros, además de la suciedad y de las células muertas. Esto ayuda a tener los poros limpios, previniéndolos de coger suciedad rápidamente. Usada frecuentemente ayudará a reducir la tendencia a acumular grasa, consiguiendo una piel mucho más limpia.
* Evita los jabones y productos que estimulen la aparición de grasa o que humedezcan la piel fácilmente. Los jabones harán que la capa de protección de la piel desaparezca y solo agravará el problema de la grasa.


Pieles secas
Tu piel es seca si:
* Piel tirante y rígida, especialmente después del afeitado o de ducharse.
* Propensa a pelarse y a escamarse.
* Piel aparentemente vieja y apagada.
Trucos para evitar que tu piel luzca seca:
* Usa un limpiador facial que no seque demasiado la piel.
* Usa un exfoliante solo una vez a la semana para eliminar las células muertas pero no lo uses demasiado tiempo ni te masajees muy fuerte.
* Usa una buena crema hidratante dos veces al día.
* Evita espumas de afeitar y jabones que sequen la piel.
* Usa un factor de protección de, al menos, 15 SPF cuando salgas a la calle.
* Bebe mucha cantidad de agua (la cerveza y el vino no cuentan) para prevenir la deshidratación especialmente si trabajas o estás mucho con aire acondicionado.

Piel sensible
Tu piel es sensible si sufres de:
* Reacción a la mayoría de productos de cuidado de la piel y de afeitado, irritándose la piel con frecuencia.
* Tu piel tiende a enrojecerse/irritarse cuando tomas el sol o tienes mucho
calor.
* Reacción a cierta comida o fragancias causándote sarpullidos o picores.
Trucos para mejorar este tipo de piel:
* Evita todos los productos que contengan alcohol o productos químicos abrasivos.
* Evita el jabón y usa siempre productos diseñados para piel sensible.
* Protege tu piel siempre contra el sol aun estando en climas fríos.
* Prueba siempre los productos que te vayas a comprar en la parte posterior de tu muñeca antes de usarlos en la cara.

Pieles mixtas
Tu piel es mixta si:
* Una mezcla de dos o más de las mencionadas anteriormente.
* Las zonas con grasa se encuentran normalmente en el cuello, nariz y barbilla, la llamada zona T.
* Las zonas secas están a menudo en las mejillas y puede darse en el cuello.
Trucos para equilibrar las pieles mixtas:
* Ten cuidado de no usar productos demasiado abrasivos y que sequen demasiado tu piel ni tampoco demasiado grasos, ya que agravarán el problema.
* Prueba diferentes productos en diferentes zonas: sin aceites en las zonas grasas e hidratante en las zonas secas.
* Usa solo productos recomendados para pieles mixtas.

De todos modos, recuerda, sea cual sea tu tipo de piel, con una buena rutina de cuidado personal, estarás y te sentirás mas sano, limpio y aparentemente más “fresco”.

martes, 14 de febrero de 2012

La piel.

La piel se define, no sin razón, como el mayor órgano funcional del cuerpo humano; cubre un área de 1,5 a 2 metros cuadrados en un adulto medio. A lo largo de la vida, las tareas que tiene que realizar son enormemente variadas, entre ellas, proteger el medio interno de los efectos destructivos del medio exterior y establecer la comunicación entre ambos.

Evolución de la piel:

En el transcurso de la evolución, esta cubierta externa se desarrolló como protección de los órganos encargados de las funciones básicas de la existencia: alimentación, respiración y excreción de los productos de desecho.
Como estos procesos se realizaban en zonas cada vez más profundas del organismo debido a su creciente complejidad, por ejemplo, el alargamiento y circunvolución del tracto digestivo, la superficie exterior fue perdiendo la relación con estos fenómenos y, como contrapartida, se especializó al igual que otros órganos. Aunque la piel realiza también muchas otras actividades, su función esencial consiste en la protección y comunicación, y sus dos capas principales, la dermis y la epidermis, están específicamente adaptadas para llevarla a cabo.


Las capas de la piel :
La epidermis es la capa más externa y está formada por cinco estratos celulares. El más interno, el estrato basal, se halla dispuesto a modo de empalizada y se está dividiendo constantemente. Las células así producidas son empujadas a la superficie, pero, en el camino, su núcleo degenera y las células mueren, dando lugar al estrato más exterior o estrato córneo.
Este, de un espesor de veinticinco a treinta células muertas, contiene una proteína insoluble e indigeridle llamada queratina, que es también el principal componente del pelo y las uñas. La producción de queratina es diferente en las distintas zonas del cuerpo; por ejemplo es mucho mayor en las palmas de la mano y las plantas de los pies, donde la presión y el roce son mayores.
El estrato lúcido, el quinto, sólo se encuentra, pues, en estas áreas engrosadas. Sus células contienen eleidina, sustancia transparente o “lúcida” formada por queratohialina, a partir de la cual se produce la queratina. La queratina se dispone en un entramado laxo que permite gran movilidad —particularmente en los animales en los que forma escamas—, pero que, al mismo tiempo, impide la penetración de bacterias, la absorción de agua exterior o la pérdida del agua corporal a través de la evaporación. Justamente encima de la capa más interna, ocho o diez filas de células poligonales con aspecto espiculado constituyen el estrato espinoso.
Al igual que el estrato basal, éste contiene también melanina, pigmento que forma gránulos que se van fragmentando a medida que la célula asciende a la superficie para desprenderse finalmente con la queratina.
La melanina protege la piel contra la exposición excesiva a los rayos ultravioleta, cuya energía es absorbida por el pigmento, que se oxida y se vuelve más oscuro. Este proceso es el responsable del “bronceado” cuando uno se expone al sol durante cortos periodos. Si las células llegan a dañarse por una exposición excesiva, los melanocitos se estimulan, producen más melanina y con ello un bronceado más oscuro.
En la piel clara de los pueblos nórdicos, la melanina se localiza en los dos primeros estratos, mientras que en los originarios de climas tropicales se encuentra en todos los estratos. Algunos pueblos orientales, como los chinos, tienen en el estrato córneo y en la dermis otro pigmento, llamado caroteno, que confiere a la piel su característico color amarillo.
El tercer estrato de la epidermis está compuesto por dos o tres capas de células que son la fuente de la queratina. Contienen gránulos de queratohialina a los que el estrato debe su nombre: estrato granuloso. La epidermis se halla en constante actividad reponiendo las capas que van desprendiéndose, lo que constituye un importante factor en el proceso de curación de las heridas o en el crecimiento de un trasplante cutáneo. La epidermis es exclusivamente celular, y la nutrición de los cinco estratos corre a cargo de los líquidos tisulares que difunden hacia arriba desde los espacios intercelulares de la dermis, situada debajo.
La dermis contiene los medios de nutrición, comunicación y control de temperatura de la piel. Consta de dos capas; la superior está irrigada por abundantes vasos sanguíneos que se extienden en todas direcciones en la trama de colágeno y elastina del tejido conjuntivo. El colágeno está constituido por haces de proteína fibrosa y algunos poseen también elastina, proteína que confiere elasticidad a la piel. Al parecer, los espacios entre estos haces están rellenos de una sustancia acuosa.
Esta capa superior se llama capa papilar porque su superficie se halla aumentada extraordinariamente mediante papilas, pequeñas elevaciones parecidas a dedos y semejantes a las vellosidades del intestino delgado. Como los estratos de la epidermis están dispuestos encima de estas elevaciones, el más exterior se halla estructurado en una serie de surcos y crestas que reciben el nombre de crestas epidérmicas y que, además de modificar la apariencia externa de la piel, originan las diferencias fácilmente detectables de las huellas dactilares de los distintos individuos.

Comunicación y protección :
Los capilares sanguíneos forman un bucle en la papila y proporcionan, junto al suministro arte rial y el drenaje venoso, un cierto control de la pérdida y retención de calor modificando para ello el flujo sanguíneo a través de la piel.
Asimismo contribuyen al proceso de curación asegurando el eficaz suministro de nutrientes que la sangre transporta: ácidos grasos, glucosa, aminoácidos y varios tipos de sales. En esta capa existen también terminaciones nerviosas sensibles al tacto (corpúsculos de Meissner), presión (corpúsculos de Pacini), dolor y temperatura que avisan de eventuales peligros por calor, frío u objetos pesados o cortantes. A través de los nervios raquídeos transmiten señales al cerebro, que, mediante la transmisión de impulsos correspondientes, ordena a los músculos que retiren inmediatamente el área corporal dañada, por ejemplo, la mano del agua muy caliente o del fuego.
Debajo de la capa papilar se encuentra la región reticular, que contiene asimismo fibras colágenas y elásticas y vasos sanguíneos. En ella, los espacios entre los haces se hallan ocupados por órganos accesorios: glándulas sudoríparas, folículos pilosos y glándulas sebáceas. Debajo se encuentra el tejido celular subcutáneo, que la une al esqueleto y los músculos. Este tejido posee en todo su espesor células adiposas agrupadas que forman el tejido adiposo, el cual viene a ser una especie de almohadilla Este panicuelo adiposo no sólo constituye un depósito de combustible de emergencia, sino que también aísla del frío e impide la pérdida de calor. El sebo, sustancia oleosa secretada por las glándulas sebáceas, constituye otro sistema de protección.
Esta sustancia fluye constantemente por los conductos que las conectan con las depresiones de la epidermis llamadas folículos en cada uno de los cuales se halla enraizado un pelo. La secreción del sebo se define como holocrina porque las propias células de la glándula se desprenden y forman parte dé la secreción.
Tras lubricar el pelo en su folículo, el sebo fluye sobre la superficie cutánea y se mezcla con las capas exteriores de queratina, contribuyendo así a la protección contra los agentes físicos. Al mismo tiempo forma la primera línea defensiva contra la invasión bacteriana gracias a su ligero poder antiséptico. La secreción del sebo es particularmente importante en los climas tropicales, en los que la capa superficial sufre una constante desecación y descamación. Sin este lubricante protector ligeramente graso, la piel sería incapaz de resistir el desgaste diario y perdería su humedad normal, con lo que el organismo quedaría expuesto a la deshidratación.

Regulación de la temperatura:
La región reticular contiene también glándulas sudoríparas imprescindibles para la regulación de la temperatura corporal. A diferencia de las sebáceas, éstas son glándulas verdaderas o cerinas, puesto que la célula secretora no forma parte de la secreción. El fluido acuoso y claro llamado sudor lo producen unas células situadas en la parte inferior de un tubo enrollado existente en la dermis; de aquí fluye alo largo de un conducto recto que se espiraliza al llegar a la epidermis (para controlar la cantidad de secreción) y se abre en un poro de la superficie. Con la transpiración y la consiguiente evaporación de la humedad, el cuerpo pierde el exceso de calor. Las glándulas sudoríparas se hallan distribuidas por todo el cuerpo, especialmente en las plantas de los pies y las palmas de las manos, en las axilas y en la frente.
En la dermis existe otro grupo de glándulas, las apocrinas, similares a las sudoríparas, pero localizadas únicamente en las proximidades de las zonas sexuales: en el pubis, alrededor de los genitales, en las axilas y alrededor de los pezones. Al igual que las glándulas sebáceas, las apocrinas vierten su secreción en el folículo piloso más que directamente sobre la superficie.

Sistema de realimentación:
 El control de la temperatura en los mamíferos está regulado con gran sensibilidad. La notable capacidad del cuerpo humano para mantener su medio interno constantemente a 37 °C se basa en un delicado y complejo sistema de realimentación en el que se hallan implicados receptores cutáneos, nervios, centros cerebrales de control y las glándulas sudoríparas. Cualquier elevación de la temperatura exterior es registrada por las terminaciones nerviosas especializadas, que envían el mensaje al hipotálamo, la zona del cerebro encargada de la regulación de la temperatura.
El cerebro manda, a su vez, impulsos nerviosos a las glándulas sudoríparas, induciéndolas a liberar sudor hasta que los receptores detectan la vuelta a la normalidad de la temperatura cutánea, momento en que dichas glándulas interrumpen su actividad. Estos ajustes frente a los cambios del medio ambiente externo no podrían llevarse a cabo sin el órgano especializado al que llamamos piel. Sin su protección no podríamos sobrevivir a la deshidratación, abrasión o invasión bacteriana que se dan diariamente incluso en los climas templados y. mucho más aún, en las condiciones enrunas del desierto o de las regiones árticas, donde se requiere una adaptación sumamente especializada.